La comprensión que el destino de un pueblo está directamente vinculado al devenir del mundo, me ha llevado a incursionar desde diferentes facetas, la actividad diplomática. La acción diplomática por definición, es la que se opone a las acciones bélicas, flagelo que lamentablemente, ha recorrido la historia de la humanidad. Mis experiencias en el exterior de joven en el año 1976 – 1977 en Estados Unidos y en 1984 -1985 en Europa, me permitieron constatar esa realidad.

Desde mi participación en la Unión Internacional Jóvenes Socialistas (IUSY), pasando por mi activo involucramiento en Parlamentarios por la Acción Global (PGA) habiendo integrado el Comité Ejecutivo y la Presidencia del Grupo de Derecho Internacional y Derechos Humanos, de haber ejercido al Vicepresidencia del Comité Ejecutivo de la UNESCO, a mi actual responsabilidad como Presidente del Consejo de Dirección del Fondo Fiduciario de la Corte Penal Internacional en Beneficio de las Víctimas y la Presidencia de la Delegación uruguaya ante la Comisión  Administradora del Río de la Plata (CARP), hay una continuidad en la fe de que las relaciones diplomáticas y la diplomacia permiten asegurar la paz entre las naciones y los pueblos.

Esta sección refleja esas acciones anteriores y los desafíos presentes bajo el sentido que representar a mi país es uno de los grandes privilegios que me ha deparado la vida.